martes, 4 de agosto de 2009

Lo que importa y lo que tenemos.


Como siempre diré, ya llevo días sin escribir nada, pero es que realmente no había nada nuevo que escribir. El sentimiento de tristeza sigue oculto tras la máscara de satisfacción, tras la fachada de “todo va bien”, cuando en realidad nada va bien, cuando en realidad las cosas no salen como quieres, todo sale mal y pierdes el optimismo.

Una vez pensé que por fin había encontrado lo que yo buscaba, un grupo de gente donde era aceptada por cómo era, donde caía bien y se contaba conmigo, pero no fue más que una falsa ilusión, todo eran mentiras y falsas promesas. Yo ya no soy especial, ni soy una de sus mejores amigas… Yo ya no soy nada en ese sitio, vagaré por sus recuerdos de juventud como la chica que estuvo saliendo con ellos tres meses. Lo mismo haré yo con ellos, porque una vez fueron importantes, pero dejaron de serlo cuando nos dejamos de ver, y todos esos sentimientos se perdieron.

Eso pasa con todos, no puede haber nada ni nadie eternamente esperándote, nadie te llamará, después de tres meses sin saber nada, y te dirá: “Aun eres especial, aun hay un sitio aquí para ti.” Porque el espació que ocupaste tu en su momento, ahora lo ocupa otra persona.

Yo he conocido un grupo de gente nueva, mis compañeros de clase, y me aterra pensar en el último día de clase, porque no quiero dejar de verlos. Sé que con algunos conservaré la amistad que está empezando a surgir, y sé que algunos lucharían por mí, me lo demuestran casi cada día, dándome importancia a mí y no al resto de compañeros. Se lo agradezco mucho, parece que por fin soy aceptada en un grupo… Pero eso también me pasó antes y después deje de ser yo. ¿Cuántas mascaras tuve que ponerme? Yo no estaba bien, pero nadie supo darse cuenta hasta el final.

Tengo miedo de sentirlo otra vez en mi interior, por que se que si lo siento esta vez no se me podrá dar nada, ni si quiera las dulces falsas esperanzas del principio, porque ya las perdí. El problema es que irremediablemente está creciendo en mi interior y sé que no lo voy a poder parar… Cada vez que lo miro, cada gesto que él me dedica, cada palabra, me nubla la vista y confunde lo que siento, y yo no quiero seguir así, yo no quiero llorar por alguien que no es para mí, porque esta vez sí que no es para mí. Seré su amiga, pero nada más.

Últimamente todo son problemas, y la verdad es que esta vez sí que no veo la salida. Lo pierdo todo, no tengo dinero, se me rompe el coche y no puedo repararlo, no sé qué hacer, no consigo ni por asomo lo que quiero… Y para colmo, como bien le dije a una amiga mía el otro día, por lo visto a todo hombre que toco o tiene novia o vuelve con su ex. Es acojonante.

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